Nada más queda

Una ciudad vertiginosa.
Una ciudad que insta a no detenerse, a pasar de largo.
Son pocos los que la miran y descubren esos detalles que, como tesoros escondidos (a la vista de todos) reclaman nuestra atención. Son vestigios de la ciudad que cambia. Son testigos del pasado. Quizás de una pasado reciente, pero ya totalmente olvidado por el subconsciente colectivo.
Ese cartel medio descascarado, anunciando ofertas de algún comercio que ya no existe en la ciudad; esa marca de gaseosa que ya no está en las góndolas de los super chinos, pero sí en nuestra memoria de niño; ese afiche político de elecciones pasadas, escondido detrás de alguna chapa benévola que la protegió de las inclemencias del clima, ese logo que sufrió quién-sabe-cuántas modificaciones que ya no parece ser el mismo que vemos a diario.
Esas son las señales que buscamos. Los símbolos de nuestra historia que sobreviven a pesar de la velocidad de nuestra diario devenir. Señales que nos recuerdan de dónde venimos y qué fuimos.
Como si fuéramos niños, tratando de buscar esos tesoros visuales que, aunque no lo crean, todavía abundan a nuestro alrededor.

Si tienen material que quieran compartir con nosotros para enriquecer el blog, los invitamos a enviarlo por correo electrónico a callealavista@gmail.com

Si no tenés el tiempo de tomarle una foto, contactáte con nosotros mencionando el lugar, de que se trata tu descubrimiento y la referencia para poder ubicarlo, así vamos y lo atesoramos visualmente, antes de que el tiempo lo haga desaparecer para siempre.